Las fotografías de paisajes y de fauna que aparecen en este Blog y los textos que las acompañan están hechos por mi, a menos que se diga lo contrario.

viernes, 22 de agosto de 2014

Gangas Ibéricas.

Ni en mis mejores sueños, hasta hace un par de semanas, podía pensar yo que tendría un contacto tan directo con esta especie tan dificil de ver en el sur de Andalucía. Esta especie la he podido ver un par de veces en la Serena (Badajoz) pero siempre en vuelo. Siempre he visto con cierta envidia las fotos de estos animales en los bebederos que hay adaptados para la fotografía de esta especie, y nunca creí que pudiera verlas y aprender de ellas de esta forma, sin molestarlas, sin hide, gratis y lo que es más dificil, sin esperarlas en un bebedero, que es la forma más "fácil" de poder verlas de cerca.


Todo esto se lo debo a Juan Palma, descubridor de este trocito de tierra, cercano a Lebrija, donde parecen tener querencia algunos ejemplares de estas preciosas aves. El lugar es un campo, ya recolectado, de girasoles, por lo que suponemos que están alimentándose de las pipas que se han podido caer en su recolección.

Se han visto hasta 14 ejemplares en la zona, pero lo normal es ver 2 o 4. Por la disposición de las plumas que se aprecia en las fotos, he comprobado que el mismo macho lo he visto en varias ocasiones.


Es sorprendente lo esquivas que son estas aves si ven a una persona andando por un carril. En el momento que te bajas del coche, estando a más de 100m ya salían volando. Si te quedas dentro del coche, el comportamiento es muy diferente ya que emprenden una retirada "avutardera" alejándose poco a poco andando pero sin demasiada urgencia. aprovechando este comportamiento para hacer las fotos que veis.

Son increiblemente crípticas y en más de una ocasión, hemos pasado con el coche por su lado a menos de 30 metros de distancia (3 observadores) y no las hemos visto porque estaban echadas en el suelo. A la vuelta, se levantaron y al ver algo moverse ya las pudimos localizar. Se que parece una locura pero es así. Aqui podeis ver a la pareja donde una de ellas esta tirada en el suelo con la cabeza baja. Ahora parece fácil verla, pero cuando tienes delante un campo como el que podeis ver, os digo que es prácticamente imposible dar con ellas si se quedan quietas.


El que la zona donde se encuentran sea un carril de paso constante de maquinaria agrícola y coches hace que no recelen de los vehículos y se retiren poco a poco. En la retirada, aunque pausada, no dejan de controlar en todo momento el coche para ver si hay algún motivo para salir volando. Ni que decir tiene que ni se nos ocurrió bajarnos del coche mientras estábamos allí viéndolas.


El número ha variado cada vez que he ido a verlas, pero siempre van en parejas. Teniendo en cuenta que, en teoría, la cría ya habrá terminado, parece que tienen unos lazos muy fuerte las parejas durante todo el año (aunque esto es sólo una opinión sin contrastar)


Debido a su tamaño y forma se puede confundir con una paloma aunque viendo la siguiente foto a mi me parece más a un lagópodo que a una paloma. En vuelo me recuerda a una cotorra más que a otra cosa.


Tienen el tamaño similar al de una paloma, con patas cortas y un cuerpo rechoncho de aspecto críptico y dorso de color terroso. El vientre y la cara inferior de las alas son de color blanco, mientras que las partes superiores presentan un color pardusco general y manchas de colores que difieren entre sexos (amarillas en machos y gris azuladas en hembras). La cola es larga y afilada. En el pecho, banda ancha de color castaño flanqueada con líneas negras. Pico corto de color gris azulado y anillo orbital de color azul. Alas largas y apuntadas que permiten un vuelo directo y rápido. Juveniles con aspecto parecido al de las hembras pero con colores más apagados, sin motas gris azulado en el dorso y cola corta; lista ocular de color blanquecino característica.

Las agregaciones de gangas se dan tanto durante el día, en zonas de alimentación, como por la noche, en dormideros comunales, y siguiendo el patrón estacional antes comentado. Es frecuente durante prácticamente todo el año, que desde unas horas antes de ponerse el sol hasta el anochecer, los grupos de gangas realicen vuelos más o menos circulares que van reclutando individuos y acaban por reunir a todas las gangas de una misma zona en un dormidero donde pasan la noche.



Es una especie típica de llanuras habitualmente desarboladas de ambientes áridos y semiáridos; suele evitar zonas con matorral denso o cultivos altos así como terrenos abruptos. En la península Ibérica ocupa preferentemente zonas pseudo-esteparias con cultivo extensivo de cereal de secano, y presencia de barbechos, pastizales o eriales.

 Aunque es una especie que está perfectamente adaptada a la sequía que reina normalmente en su territorio, el agua no debe faltar y bebe regularmente a diario y en horas determinadas. Precisamente esta necesidad de agua es lo que origina una curiosa conducta, lo mismo por parte de las gangas adultas que de las jóvenes y los pollos.


 Regularmente beben por lo menos una vez al día y con tiempos extremadamente calurosos más. En general se congregan en los abrevaderos a poco de salir el sol, de una a tres horas después; también suelen beber por la tarde, una o dos horas antes de ponerse el sol, en especial en pleno verano. Por la mañana casi todos los bandos están formados por hembras que van hacia el agua y comen y beben antes de relevar a los machos que han estado incubando durante la noche. El segundo turno de «bebedores» está integrado casi completamente por machos que inmediatamente después regresan al área de sus nidos para comer. 

La llegada de las gangas a los abrevaderos se produce desde todas las direcciones y a menudo algunas recorren distancias que pueden llegar fácilmente a 50 km. en zonas desérticas. Los pájaros son rápidos y viajan a una velocidad no inferior a 60-65 km. por hora.

Relacionado con el uso de bebederos, se encuentra el que es quizás el aspecto más llamativo del comportamiento de las gangas: su capacidad de transportar agua en sus plumas desde los bebederos para después dar de beber a sus pollos. Esta facultad es exclusiva de los machos, cuyas plumas ventrales poseen unas barbas especialmente adaptadas para esta función.


 Cuando los machos llegan a los bebederos primero frotan sus vientres contra el suelo, presumiblemente con objeto de reducir la capa de aceite de sus plumas e incrementar así su capacidad de captar agua. Luego entran en el agua, sumergen el vientre y ahuecan sus plumas moviéndose adelante y atrás para empaparlas. Luego vuelan y regresan junto a los pollos, los cuales corren hacia el macho y sorben el agua de sus plumas. 
Por último, os dejo un pequeño video testimonial.


La mayoría de datos técnicos de la especie han sido sacados de las páginas http://www.vertebradosibericos.org y http://www.pajaricos.es
Espero que os resulte tan interesante como a mi.
Salud.

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